El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha puesto sobre la mesa la que puede ser la medida más llamativa de la reforma del sistema de pensiones. Concretamente, la posible creación de un fondo de pensiones de carácter abierto y colectivo y vinculado a las empresas.

El ministro ha manifestado que, en opinión del Gobierno actual, los planes de pensiones individuales no están dando los frutos esperados y, por ello, se quiere optar, como instrumento para complementar las pensiones públicas, por los planes de pensiones colectivos vinculados a las empresas.

Según fuentes del Ministerio, estos planes de pensiones colectivos vinculados a la empresa se articularían como un instrumento colectivo de previsión social complementaria con supervisión y garantía pública y que podría ser de gestión privada, tomando como referencia para su implantación el modelo de pensiones británico (National Employment Savings Trust -NEST-).

En España, el único sistema parecido que existe es el de las Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV), que funcionan en el País Vasco. En las EPSV, los planes de empresa están vinculados a los convenios colectivos sectoriales, gozan de ventajas fiscales y el trabajador aporta el 1% y la empresa otro 1% al plan de pensiones.

Con el fin de que la implantación de estos planes de pensiones resulte atractiva, el ministro está decidido a «diseñar un nuevo incentivo fiscal dirigido a impulsar los instrumentos de previsión complementaria colectiva», lo que podría implicar desplazar «la fiscalidad de los planes individuales hacia los planes de empleo procedentes de la negociación colectiva», con el objetivo, según el titular de Seguridad Social, de «beneficiar las rentas medias y bajas e ir incorporando a los jóvenes».

Según la información emitida por el Ministerio, el objetivo de estos planes de pensiones colectivos es que los jóvenes que se jubilen a partir de 2050 tengan «un sistema complementario al público realmente potente y que cumpla sus funciones de ahorro a largo plazo en el periodo de jubilación».

Por ello, ha señalado que el Gobierno quiere apostar y desarrollar estos planes de pensiones colectivos para tratar de alcanzar con los mismos a la mitad de la población ocupada, multiplicando por cuatro su penetración actual.

La inclusión de estos planes de pensiones no está exenta de polémica pues gran parte del sector financiero ha manifestado que, si bien comparte con el Ministerio de Seguridad Social la importancia de impulsar el ahorro para la jubilación en el ámbito de la empresa a través de planes colectivos, no comparte y se muestra muy crítico con la reducción que se prevé sobre los topes máximos de desgravación fiscal para los planes de pensiones individuales y privados.

Desde el punto de vista del sector financiero, afirman que no cabe duda de que hay espacio para la convivencia de los dos tipos de planes sin que el fomento de uno se tenga que hacer en detrimento del otro.

Debido a lo novedoso del asunto y al cambio que se prevé en el sistema de pensiones en los próximos años, tendremos que estar pendientes y expectantes a esta novedad y a la manera en la que los citados planes de pensiones colectivos vinculados a la empresa se introducen en el marco de la negociación colectiva y en la realidad cotidiana de las empresas.

 

Carlos Déniz Caballero

Departamento Laboral de Garrigues